
El propósito de este blog es compartir con ustedes lo que estamos haciendo en la Escuela Laura Mercado en el Proyecto Integrando la Tecnología a la Comunidad Escolar, ITCE. Uno de los objetivos ejes de este Proyecto es desarrollar las destrezas tecnológicas necesarias en padres, madres y personal docente para que estos incorporen la computadora a su vida personal y profesional. Además, deseamos que los estudiantes utilicen de manera efectiva y eficiente sus habilidades y destrezas tecnológicas en el desarrollo de un periódico. En el proceso, tanto padres, maestros y estudiantes descubrirán lo maravillosa que puede ser la tecnología, si le encontramos un uso adecuado, pertinente y creativo.
Desde el comienzo de nuestras vidas y de la historia de la humanidad, la tecnología ha estado presente en todo momento. La era de la educación digital, era de la informática, era de la Internet, se remonta a la década del 60, con las iniciativas del Departamento de la Defensa de los Estados Unidos. Eventualmente, la internet sufre una transformación en la década del 80 y, finalmente, acontece una era revolucionaria en la década del 90 (Seely, 2002).
Según Anglin (1995), fue en esa década del 90 donde comenzó lo que se conoce como la revolución de la Era de la Informática. Las nuevas tecnologías están y van a seguir cambiando nuestra manera de vivir, de pensar, y de actuar. Es imposible detener esos cambios, por lo tanto, necesitamos entrar de lleno a examinar las virtudes de esa herramienta llamada computadora, que revoluciona nuestra capacidad de aprender y nos facilita el conocimiento. Los educadores del nuevo milenio tienen acceso a computadoras en sus aulas como parte integral de las otras tecnologías: libros, lápices y papel. Al igual que a principios del siglo XX, la sociedad no está preparada para aceptar el cambio. Todo lo que hacemos está basado en la adquisición de información, creyendo que es conocimiento.
Con el propósito de lograr los objetivos trazados en esta Era de la Informática, es necesario hacer una combinación en el uso de estrategias de la tecnología instruccional, y las demandas y necesidades de los estudiantes para poder mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje (Anglin, 1995). En este proceso, las instituciones pueden realizar cambios a sus currículos y utilizar nuevas estrategias para lograr que la educación cumpla con las necesidades y expectativas del estudiante moderno.
El "Concilio de 21", citado por Glenn (1999), demuestra que la visión de la escuela, el maestro y el aprendiz han cambiado. Sus definiciones hoy día son distintas. La escuela significa algo más que una estructura física, es más abarcadora, incluye comunidades de aprendizaje y conocimiento con amplios intereses. Luego de su investigación, el "Concilio de los 21" concluye que la escuela se convertirá en un sistema nervioso que conectará a maestros, estudiantes y comunidad con el vasto conocimiento virtual que existe en el mundo.
El grupo de escritores aludido menciona algunas características que el currículo en el Siglo XXI deberá poseer:
1. Se entrelazará a los estándares claros y retadores que tanto los maestros, estudiantes y padres conocen.
2. La educación se basará en un currículo fundamentado en demostraciones significativas del dominio de destrezas y conocimientos, y en un “currículo para la vida”.
3. El trabajo escolar estará basado en proyectos colaborativos y significativos que permitan a los estudiantes desarrollar la habilidad de trabajar como miembros de un equipo, de forma colaborativa.
4. Los sistemas escolares incorporarán la tecnología para desarrollar clases variadas y distintas formas de enseñar.
5. Los estudiantes, a través del currículo, se prepararán para vivir y trabajar en una sociedad basada en el conocimiento y la informática.
6. El currículo no podrá ser estático. Algunos conocimientos y destrezas permanecerán como fundamentales. Sin embargo, lo que se enseñe y como se enseña tiene que incluir conocimientos, destrezas y comportamientos que reflejen nuestra sociedad cambiante.
Las nuevas tecnologías tienden a acomodar a los estudiantes de acuerdo a sus estilos de aprendizaje, incluso aquellas destrezas y tópicos que requieren discusión y colaboración. Los maestros necesitan aprender más sobre estas tecnologías y sentirse cómodos al momento de utilizarlas. Esta familiaridad del maestro con el medio permitirá que sus clases sean más efectivas.
Unos de los grandes problemas que se han encontrado en los estudios realizados es que el estudiante esta más familiarizado con la tecnología que el maestro. Quiere decir que la tecnología que se encuentra en las escuelas no se está utilizando al máximo. Las investigaciones realizadas indican que muchos estudiantes aprenden a utilizar las computadoras y a navegar en la Internet desde sus hogares y no desde la escuela (Schrum, 2005).
Una de las conclusiones valiosas del "Concilio de 21" es que el estudiante deberá asimilar que su educación será continua y a través de toda la vida. Los talentos, intereses y habilidades de los estudiantes propiciarán que la educación sea más flexible, logrando desarrollar el potencial de cada estudiante al máximo.
Mediante el Proyecto Integrando la Tecnología a la Comunidad Escolar (ITCE), con sus componentes de talleres de computadoras para padres, madres, personal docente y la redacción del Periódico Dimensión Juvenil Educador por los estudiantes, se espera lograr todos los objetivos trazados. Ante todo, deseamos sembrar en los estudiantes (padres/madres, estudiantes, maestros/maestras) ese deseo por continuar aprendiendo y ser aprendices exitosos durante toda su vida.
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